La leche materna o “Líquido de oro”, llamado así por sus invaluables nutrientes, es el recurso más preciado que tenemos para ayudar a nuestros hijos a crecer sanos.
Amamantar es una oportunidad de oro para fortalecer el vínculo que comienza entre ustedes y sus bebés desde el momento de la fecundación, es ese espacio íntimo el cual solo mama e hijo entienden. No todas las mujeres toman la decisión de amamantar a pesar de los beneficios que la lactancia brinda a la salud mental, emocional y al sistema inmunológico de la madre y el bebé. En el año 2012, en Estados Unidos se encontró que el 80% de las mujeres iniciaban lactancia materna, 51.4 % continuaron haciéndolo hasta los 6 meses y sólo el 29.2 % hasta los 12 meses de vida. Con contínuos descensos en estas cifras posterior a ese tiempo.
Por que es importante lactar a mi bebé?
La leche materna o “Líquido de oro” llamado así por sus invaluables nutrientes, es el recurso más preciado que tenemos para ayudar a nuestros hijos a crecer sanos y con todas las defensas para enfrentar las enfermedades que podrían desarrollar durante la niñez, incluyendo otitis media, asma, dermatitis atópica, infecciones gastrointestinales, diarrea, infecciones en los pulmones, síndrome de muerte súbita del lactante, leucemia en la niñez (cáncer en la sangre), problemas de azúcar en la sangre como diabetes tipo 1, diabetes tipo 2, obesidad, infecciones por Helicobacter Pylori (una bacteria que afecta a la mucosa gástrica siendo un factor de riesgo para cáncer de estomago), caries dentales y maloclusiones. Además los niños que no han sido alimentados con leche materna tienen de 1.8% a 3.9% más riesgo de morir cuando los comparamos con los que si lo fueron.
Tiene beneficios lactar a mi bebé?
La respuesta es sí. Reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama, cancer de ovario, diabetes tipo 2 y se cree que facilita la reducción de peso.
Cómo lo hago?
Deben rozar suavemente con un dedo o su pezón, un lado de la boca de su bebé para estimular su reflejo de succión, cuando su bebe abra la boca introducen su pezón procurando que tenga un buen agarre, lo que significa que sus labios deben cubrir todo su pezon. Amamantar no debería ser doloroso, pero si es un proceso de aprendizaje que con la experiencia que se gana día a día será más sencillo, al principio les podría parecer un poco tortuoso, incluso causándoles pequeñas laceraciones que con el perfeccionamiento de la técnica no volverán a suceder y afortunadamente con el uso de diferentes cremas, unguentos y parches que protegen su pezón, sanaran fácil y las reconfortarán. Mi consejo es que no desistan de amamantar por más difícil que les parezca al principio, no pierdan ese momento mágico y el gran recurso que la naturaleza nos ha dado para brindarle lo mejor a nuestros bebés, pues la salud de sus bebés vale la pena.
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