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Que tu vida sexual no se vuelva un dolor de cabeza

Sé que es difícil desnudar nuestro corazón para hablar de algo tan íntimo como la disminución en nuestro libido sexual, quiero que sepas que sí es un problema real en la mujer y entiendo que no te sientas cómoda. Sé que es difícil buscar ayuda, hablar con amigos o con personal de salud, pues es incómodo y no sabes si las personas que atiendan tu caso están preparadas para hacer un diagnóstico real del problema. Pero debes abrir tu corazón y solucionarlo, pues una vida sexual plena y placentera es uno de tus derechos como mujer.

Existen 4 tipos de desórdenes sexuales que quisiera que conocieras de manera general y rápidamente:

  1. Alteraciones en el deseo sexual
  2. Alteraciones en la excitación
  3. Alteraciones en los orgasmos ( persistente o recurrente retraso o ausencia de orgasmos), puede ser por causas primarias o secundarias.
  4. Alteraciones por dolor con las relaciones sexuales (Dispareunia)

Hoy quiero quiero que hablemos de las alteraciones del deseo sexual, estas se dividen en poco deseo sexual y aversión sexual. En la primera, la mujer tiene poco deseo sexual o ausente o se muestra poco receptiva a tener relaciones sexuales. Esta es la alteración sexual femenina más común, ocurriendo del 5.4% al 13.6%. La edad más común es entre los 40 a 60 años y también incluye aquellas mujeres que han sido sometidas a la extracción de sus ovarios en cirugías ginecológicas, en las mujeres jóvenes se encuentra asociado a la toma de ciertos medicamentos como antidepresivos, anticonceptivos orales y corticosteroides.

Segundo, aversión sexual, consiste en la persistente o recurrente respuesta aversiva al contacto genital con un compañero sexual, este desorden podría ser poco diagnosticado debido a que se encuentra relacionado con recuerdos de eventos dolorosos o traumáticos que resultan en rechazo al contacto sexual.

¿Cuándo debes considerar que es un problema?

Será cuando no te sientes cómoda con esta situación y/o empiece a crear dificultades en tus relaciones de pareja. Existen muchas herramientas y escalas para ayudar a hacer un diagnóstico, pero lo más importante y los puntos que todas estas herramientas tienen en común son tres, comportamientos sexuales específicos: frecuencia de tu actividad sexual iniciada por tí, en pareja o a través de autosatisfacción, que tan receptiva te encuentras al contacto sexual y la tercera, facilidad al iniciar una relación sexual.

El tratamiento suele ser preferentemente cognitivo. Debemos buscar la base del problema. Algo dentro de tí que haya ocurrido consciente o inconscientemente y debas resolver para liberar el bloqueo que estas teniendo en tu mente, recuerdos, percepciones erróneas entre otros.

Una vez encontrada la causa debemos empezar técnicas cognitivas-conductuales, lo que significa el desarrollo de habilidades de comunicación, expresión de sentimientos y resolución de problemas, también debes trabajar en herramientas de estimulación sexual que te ayuden a alcanzar mayor plenitud en tu sexualidad.

Como puedes ver, tener un deseo sexual bajo, nulo o aún más complicado, una aversión o negación a tu sexualidad, si puede ser un problema que altere tu calidad de vida y la de tu pareja, las mujeres merecemos una vida plena, sana y eso incluye tener unas relaciones sexuales placenteras, sana tu corazón, rompe mitos y atrévete a ser mejor mujer para ti y tu familia.

Recursos:

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